ALIANZAS FRÁGILES07-06-2019
He dicho que puede que todo esté regulado por un daimón que conduce nuestra vida sin que nosotros nos demos cuenta de ello. Pero surgen las preguntas, inevitablemente. ¿Por qué fue así? ¿Tenía que ser así? ¿Por qué nos volvimos a encontrar al cabo del tiempo si ya no sabíamos nada el uno del otro? Fue en Madrid, en el otoño de 1979, probablemente. Lugar, la glorieta de Alonso Martínez. Yo acababa de aterrizar en la ciudad y él ya ya vivía en ella desde hacia años. No cuajó ese encuentro, y yo me fui a vivir a Barcelona. Bye bye, Madrid. Pero Madrid es mucho Madrid, siempre, y entonces mucho más. El caso es que señor Daimón, o Duendecillo Mágico, o caballero Destino hicieron que un amigo de un amigo apareciera y resultara que...Como lo oyes, era amigo de mi amigo, aquel que había encontrado en Alonso Martínez...¿De veras? ¡De veras! ¡Como hay Dios!, puede que dijera, a la riojana, pues Roberto era riojano. Efectivamente, como hay Dios que, a su través, el contacto se reanudó y, cuando regresé a Madrid, la amistad volvió a coger fuelle, ahora con más fundamento que nunca pero con una fundamento a las espaldas, invisible pero potente, de gran capacidad constructiva, por decirlo así: habíamos vivido juntos, por breve pero intenso tiempo, en la ciudad que tiene una de las iglesias más bonitas que haya visto jamás: La Antigua, que aún bendigo cuando me dirijo a clase y me abrazo a su esbeltez y me elevo con ella a no sé qué cielos redentores, quizás paganos pero también cristianos (ni idea). Gracias a esos fundamentos afectivos pudimos reanudar la amistad, que duró unos años, hasta que dejó de durar, por desgracia. ¿Qué historia es esta? La historia de un cuento de Chéjov, que no recuerdo bien. ¿O lo he soñado? Chéjov es así, un prodigio de las alianzas y los descalabros. ¿He dicho alianza? ¿A qué me suena esa palabra? ¿Alianza y condena? Un libro de Claudio Rodríguez: alianza, amistad, y condena, fracaso. Dios, Daimón, no enredes tanto, déjame descansar, no quiero que las alianzas sean tan frágiles.